ASUNCION, 12 Jul. 15 / 08:58 am (ACI).- El Papa
Francisco inició el último día de su viaje a Paraguay visitando el barrio pobre
de Bañado Norte, en Asunción, donde recordó que una fe sin acciones solidarias,
es una fe débil; y señaló que el esfuerzo de los pobladores por tener una vida digna
le recuerda a la Sagrada Familia, que también tuvo que sortear desde el
comienzo diversas dificultades.
“Por más Misa de los domingos, si no tenés un
corazón solidario, si no sabes lo que pasa en tu pueblo, tu fe es muy débil o
es enferma o está muerta. Es una fe sin Cristo, la fe sin solidaridad es una fe
sin Cristo, es una fe sin Dios, es una fe sin hermanos”, señaló el Papa desde
la capilla de la Sagrada Familia.
Bañados Norte es uno de los barrios más pobres de Asunción
ubicado a orillas del río Paraguay, y donde viven unas 100.000 personas. Muchos
de ellos se dedican a criar cerdos, son cartoneros o pescan en el río.
La ubicación de este barrio hace que se tenga que evacuar a
un buen número de familias cuando sube el nivel del río. A mediados del año
pasado 3.200 familias fueron desplazadas debido a las inundaciones. Sin
embargo, este no es el único problema en Bañado Norte. También está la
presencia de delincuentes y de microcomercializadores de droga.
Durante la visita, el Papa escuchó los testimonios de los
pobladores. “Todo lo que hacen para superar la inclemencia del tiempo, las
inundaciones de estas últimas semanas, me trae al recuerdo todo esto a la
pequeña familia de Belén. Una lucha que no les ha robado la sonrisa, la
alegría, la esperanza. Una pelea que no les ha sacado la solidaridad, por el
contrario, la ha estimulado y la ha hecho crecer”, expresó.
Francisco recordó que Dios “se hizo solidario” al enviar a
su Hijo, quien murió “por cada uno de nosotros, por esa solidaridad al hermano,
solidaridad que nace del amor que tenía a su padre y del amor que tenía a
nosotros”.
El Santo Padre agradeció a los pobladores de Bañado Norte
por ser solidarios entre ellos. “Los quiero estimular a que sigan siendo
misioneros de esta fe, a seguir contagiando esta fe por estas calles, por estos
pasillos. Esta fe que nos hace solidarios entre nosotros con nuestro hermano
mayor, Jesús y nuestra Madre la Virgen”.
“Quizás el mensaje más fuerte que ustedes pueden dar hacia
afuera es esa fe solidaria. El diablo quiere que se peleen entre ustedes porque
así divide y los derrota y les roba la fe. Solidaridad de hermanos para
defender la fe y además que esa fe solidaria sea mensaje para toda la ciudad”.
Antes de concluir la visita, el Papa rezó con los pobladores
el Padrenuestro en guaraní –la lengua nativa de Paraguay–, para pedir a la
Sagrada Familia que “nos regale pastores, que nos regale curas, obispos,
capaces de acompañar, de sostener y de estimular la vida de sus familias,
capaces de hacer crecer esa fe solidaria que nunca es vencida”.
Como parte de esta visita, el Papa Francisco
bendijo tres pequeños árboles de olivo, símbolo de la paz. Uno de estos será
plantado en Bañado Norte, otro será enviado a Colombia y el restante a Haití.
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